Todo un reto, es el jardín de recibimiento de la casa y nos encontramos con tierra enmohecida, dura y apretada, evidentemente existía alguna fuga de tiempo atrás, aunando que no existía drenaje y cada lluvia convertía en laguna ese espacio, se colocaron alcantarillas de absorción y se le dio una pendiente al terreno para dirigir el agua al drenaje que este fue cubierto por el piedrín para disimularlo, parte del problema también lo solucionamos haciendo una excelente selección de plantas de media sombra colocando unas palmas rafis para disfrazar el portón de servicio.